El hierro es un nutriente esencial para la vida cotidiana, y adquiere especial importancia durante el embarazo.1 La anemia por carencia de hierro durante el embarazo puede hacer que el bebé tenga más probabilidades de nacer prematuramente o de ser pequeño (bajo peso al nacer).1
¿Para qué sirve el hierro extra?
La placenta
La placenta es un nuevo órgano que crece durante el embarazo. El oxígeno y los nutrientes de la sangre viajan a través de la placenta hasta el cordón umbilical para ser entregados al bebé. Los productos de desecho que su bebé hace viajar de vuelta a través del cordón umbilical y a través de la placenta para que su cuerpo se deshaga de ellos.2
Sangre extra
Durante el embarazo tendrá casi el doble de la cantidad de sangre que circula por su cuerpo.3
Tu sangre está compuesta de plasma y glóbulos rojos. Necesitarás aumentar el número de glóbulos rojos, y para ello tu cuerpo necesita hierro.3 Además, el hierro es necesario para que la placenta crezca y funcione correctamente.4
¿Cuánto hierro necesito?
La cantidad de hierro que necesita cambia a lo largo de los diferentes trimestres del embarazo. En el primer trimestre, ahorra algo de hierro porque se interrumpe la menstruación, pero durante el segundo y el tercer trimestre aumenta la necesidad de hierro.3 De hecho, necesitará tener 1,5 veces más hierro en su dieta que antes de estar embarazada.5 Por suerte, su cuerpo está diseñado para obtener la mayor cantidad de hierro posible de sus alimentos, y la absorción de hierro de sus alimentos cambia junto con las necesidades de su bebé. A las 30 semanas de embarazo, su cuerpo trabaja para absorber casi el 90% del hierro que consume, 3 veces más que a las 8 semanas.3
También puedes ayudar a tu cuerpo con una dieta rica en hierro. Tenga en cuenta que es importante que pregunte a su médico o comadrona sobre los mejores alimentos que puede comer durante el embarazo, ya que algunos alimentos deben evitarse durante el embarazo.6,7 Sin embargo, incluso con una dieta rica en hierro y las increíbles adaptaciones de tu cuerpo, puede ser difícil conseguir todo el hierro que necesitas.3
Estoy en riesgo de tener una deficiencia de hierro?
Hay algunos factores que pueden ponerle en mayor riesgo de padecer una deficiencia de hierro o de desarrollar anemia por deficiencia de hierro:
- Si tenía niveles bajos de hierro antes de estar embarazada…
- Si tiene otros hijos, especialmente si son de edad cercana…
- Si va a tener gemelos, o más8 Su médico o partera le harán un análisis de sangre para detectar la anemia ferropénica durante el embarazo.
Sin embargo, es importante que hables con ellos si crees que puedes estar sufriendo una deficiencia de hierro. Puede comprobar los síntomas de la deficiencia de hierro utilizando el explorador de síntomas.
Deficiencia de hierro y entrega
Si padece anemia ferropénica durante el embarazo, es posible que sea menos capaz de hacer frente a cualquier pérdida de sangre durante el parto.8 También puede significar que es más probable que experimente una gran pérdida de sangre después del parto, lo que se conoce como hemorragia posparto.9
Si tiene su bebé por cesárea también corre un mayor riesgo de sufrir una fuerte pérdida de sangre durante el parto y, por lo tanto, una deficiencia de hierro posparto, ya sea que tenga una cesárea electiva (planificada) o una de emergencia.9
Sin embargo, si sabe que le van a hacer una cesárea, especialmente si se debe a complicaciones con la placenta, puede ayudar a su cuerpo a hacer frente asegurándose de que tiene suficiente hierro. Para saber más sobre sus necesidades de hierro después del nacimiento de su bebé, consulte nuestra sección sobre el hierro en el parto y los primeros días.
El hierro es importante para su bebé, pero también para usted. No olvide cuidarse para poder disfrutar de su vida y de la experiencia de estar embarazada, tanto como sea posible.
Post-parto - Entrega
SARAH, 31 AÑOS, PRIMER BEBÉ, CESÁREA DE EMERGENCIA
Entrega Tuve un buen embarazo, sin complicaciones. Me sentí muy bien y la gente comentaba mi "brillo del embarazo". Aunque a veces me sentía cansada, pude mantenerme activa hasta el nacimiento. Las comadronas me revisaron la hemoglobina, y disminuyó desde el principio del embarazo, pero nunca tuve anemia. Todo iba tan bien que confiaba en que el parto también lo sería, pero supongo que nunca se sabe lo que va a pasar. No quería que me hicieran una cesárea, pero a la hora de la verdad haces lo que es mejor, y en esa etapa estaba fuera de mi control. Al haberme sentido bien durante todo el embarazo supuse que me recuperaría del parto y me sentiría bien de nuevo. Pero seguí sintiéndome exhausta y malhumorada. Mi marido cuidó del bebé tanto como pudo para que yo pudiera descansar, pero parecía imposible dormir lo suficiente. En nuestras clases prenatales habían hablado de la "melancolía del bebé", así que pensé que eso era lo que tenía y que pasaría. Hay tanto que asimilar con un nuevo bebé y me sentí como si estuviera dando vueltas. No podía mantener un pensamiento en mi cabeza y la constante alimentación y la falta de sueño eran abrumadoras. Me preocupaba cómo me las iba a arreglar a largo plazo; de alguna manera era una persona diferente. Le mencioné cómo me sentía a mi partera y ella me sugirió que podría estar anémica por la cantidad de sangre que perdí durante el trabajo de parto y la cesárea. Me hicieron algunas pruebas sobre mis niveles de hemoglobina y hierro y ahora estoy siendo tratada por anemia por deficiencia de hierro. También estoy cuidando lo que como para asegurarme de que recibo mucha comida nutritiva, alta en hierro. Siento que la niebla se está levantando y puedo empezar a disfrutar de mi tiempo con mi maravilloso bebé.
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